domingo, 7 de junio de 2009

Chelís, chinga tu madre


No es que le tenga mala leche a los poblanos, pero por algunas circunstancias siempre me han parecido gente vulgar, corriente y sobre todo fea. Si tengo algún pariente o amigo que sea de ese estado o viva ahí es cosa que me importa un pito. Punto.


Ok. No hagan caso a lo anterior, es tan sólo un intento por iniciar esta columna de manera violenta y provocadora, pero ya nada es violento ni mucho menos provocador en estos tiempos de cinismo y podredumbre. Y para podredumbre no hay mejor ejemplo que el entrenador del Puebla, José Luis Sánchez Solá, mejor conocido como El Chelis. Si no les gusta el futbol ni la política sugiero que abandonen este post y mejor pierdan su tiempo en ver esas estúpidas animaciones de power point que mandan en los mentados forwards. En fin, regreso al tema central. El famoso Chelís era un auténtico don nadie hasta que de pronto apareció en el medio pambolero como entrenador del recién ascendido equipo del Puebla, y en medio de una guerra entre los dueños, él se apartó y supo armar un equipo competitivo a pesar de contar con puros jugadores en desgracia, algunos incluso regresando de su retiro.


No voy a perder el tiempo en relatar cómo los camoteros lograron salvarse de descender porque seguro ya todo mundo lo sabe. Rompieron los pronósticos y le dieron un poco de vida a una liga aburrida y muy mal jugada. Al igual que los Indios de la violentísima Ciudad Juárez, el Puebla logró congregar a las masas a su favor, esas que siempre están con el débil que sale avante de las adversidades. Los camoteros, de la mano del Chelís, lograron lo impensable, porque además de no descender, se calificaron a la liguilla y estuvieron a unos minutos de ser finalistas.


¿Es éste un blog deportivo? No, carajo, sigan leyendo para entender mi mensaje, por favor. Una vez que el Puebla quedó eliminado del torneo, la escuadra regresó a su ciudad para ser recibida por miles de fanáticos que hicieron un jolgorio parecido al de Barcelona luego de lograr la liga y la champions (…) Las porras para cada jugador no cesaron, pero la figura central, el héroe de la película, papá, era el Chelís. ¿Verdad que ya saben por dónde va la cosa? Pues ese Chelís, cuya calva fue estampada en miles de playeras, apenas terminó de abrazar a sus jugadores cuando aseguró que el equipo necesitaba más apoyos, “como es el que nos brinda nuestro señor gobernador”. ¡Con un carajo!, el funcionario referido es nada menos que Mario Marín, el gober precioso, el mismo que fue grabado en una conversación vergonzosa, una plática que lo dejó en evidencia, que lo desenmascaró como cómplice de una red de prostitución infantil.


A ese delincuente el Chelis le declaró su reconocimiento: “Yo hago lo que el gobernador me mande”, dijo, y enseguida protagonizó los spots para el PRI, su partido. ¿A qué se refiere cuando dice que hace lo que mande el gobernador? ¿Si lo manda por unas niñas, irá por ellas? ¿Si lo pone a videograbarlas, lo hará? ¿Si lo pone a promocionar los pantalones que fabrica Kamel Nacif, el industrial-pornógrafo, obedecerá sin respingos?


Habría que preguntarse cuántas de esas personas que salieron a festejar el salvamento del Puebla hicieron lo propio para exigir la renuncia del cínico Marín, quien por cierto es muy amigo de Calderón, que en campaña juró hacerlo a un lado. Vaya país de bárbaros.
Bah, ya me cansé de escribir. No sé porque tantos argumentos para justificar algo muy sencillo de decir.

Chelis, vas y chingas a tu madre, tú y todos esos BICHOS poblanos con los que te juntas.


2 comentarios:

Gilberto Pizarro dijo...

Jajajaja En resumen Chingen a su madre politicos.. Buena justificacion pa la mentada.

luis manuel paz dijo...

lo que el chelis quiso decir es que si el góber precioso le dice que le ordene a todos sus jugadores que se pongan sus trajesitos de marineritos y él (el chelis) el de capitanito para grabarlos y nunca olvidarlos, el chelis, encantado de la vida, va y lo hace. Y de paso, les dice a todos que se bajen sus pantalonsitos.