martes, 31 de agosto de 2010

Escépticos

En este país ya no confiamos en nada. Quién sabe desde cuándo nos invadió la incredulidad, pero, por más que se nos muestre algo concreto, tangible, nos hacemos los escépticos y le damos la vuelta a cualquier versión por el hecho de ser “oficial”. Aún recuerdo que cuando asesinaron a Colosio, aquel candidato priista que sustituiría al Innombrable, corrieron rápido las versiones de que el primer Mario Aburto que vimos en la tele era otro al que luego se presentó encarcelado.

Es más, los exagerados aseguraron que no era uno ni dos, sino tres Aburtos, lo que de plano nos dejó absortos.


Mientras que en la primaria nuestros maestros nos hicieron idolatrar a los Niños Héroes, más tarde no faltó el amargado que refutó tales hazañas y dijo que en realidad el tal Escutia se cayó por accidente y trató de sujetarse de la bandera patria para salvar el pellejo. La escuela primaria es como una gestión presidencial: seis años tirados a la basura.


Tras estos y muchos otros casos, yo he aprendido a dudar siempre de lo que las masas se creen por el único y estúpido hecho de que lo digan en la tele o lo escriban en los periódicos. El día en que se cayó el avión de Juan Camilo Mourinho le comenté a mi hermano que todo era una treta para que el fulano librara las acusaciones por enriquecerse gracias a los contratos con Pemex. Seguro estoy de que ahora vive en alguna isla, rodeado de mujeres hermosas y buenos tragos, lejos del México bárbaro de los descabezados.


Ese espíritu rebelde me ha llevado al absurdo de la sospecha. De nada sirve que el gobierno de Calderas capture o elimine a los capos más renombrados (Nacho Coronel, el Jefe de Jefes, el Vicentillo o La Barbie) porque se me ocurre que ni son ellos, que son extras contratados en Televisa para hacerse pasar por los malosos. O que sí lo son, pero en cuanto se retiran los fotógrafos son liberados y vuelven a sus casas para desenfundar sus machetes y destazar a sus enemigos.


Sé que Jimena Navarrete, la flamante Miss Universo 2010, es un bizcocho de esos inalcanzables para un mortal como el que esto escribe, una jalisciense que no necesitaba de ese título para despreciar a toda una fila de perros tras sus huesitos. Pero no por ello dejo de ser suspicaz y no dudo que todo haya sido un arreglo de alto nivel para tener algo de qué enorgullecernos en el fucking bicentenario.


Todo es una gran mentira, una mascarada, un vil engaño, un fraude, un complot, una trampa, una emboscada.


Me voy, mi madre me ha llamado a cenar. La miro desconfiado, algo se trae entre ojos, se ríe pícaramente.


¿Tú también, mami?

3 comentarios:

Liliana dijo...

Jajajajajja pero que desconfiado Paquito, si las Miss universo si era la más mona en toda la fila de finalistas ;)

luis manuel paz dijo...

hasta que tienes razón, paquito. Jessica Scheelm la miss guatemala está más mami, morenaza de fuego: ella es mi miss universo... algún puto triunfo debíamos tener en nuestro bicentenario, fiesta nini, por cierto.

Anónimo dijo...

Si, las morenazas de fuego son la onda.